El objetivo de un buen discurso es transmitir un ideal, un sueño, una
promesa, un objetivo común, es el de mantener las emociones de la audiencia y
al finalizar ser recompensado por una lluvia de aplausos.
Para cualquier líder le es imperativo saber expresar sus pensamientos y sus
sentimientos a todos sus allegados, el saber expresarse en público y así
influir en nuestro entorno, es de crucial importancia para dirigir grupos de
personas.
Es por esta razón que comparto algunos consejos para mejorar nuestra
capacidad de hablar en público y así transmitir todas nuestras ideas y
emociones.
1.- Aprende de los Expertos
Si tienes una presentación en un futuro próximo, empieza a preguntarte
¿Qué
es lo que hace a los famosos oradores tener tanto éxito?
Comienza a ver discursos de grandes oradores históricos y también lee los discursos completos de estos personajes, además de servirte de inspiración podrás aprender sobre estilos, hábitos de orador, los tonos de voz que emplean y enriquecerás tu vocabulario.
2.- Arréglate y vístete formal
Como nos observan seremos juzgados.
Aunque seamos los más inteligentes o profesionales en el ámbito, no nos
tomarán en cuenta si no mostramos una apariencia acorde a la formalidad del
evento.
Siempre ten en mente que un montón de gente te estará viendo,
escuchando y juzgando. Así que aséate, recórtate las uñas, usa un peinado
sencillo y alineado, para las mujeres no utilizar demasiado maquillaje,
tomen un traje formal sobrio y siempre cuiden los detalles de su apariencia.
3.- Revisa y comprueba los materiales y las herramientas
que utilizaras
Antes de iniciar el evento, comprueba todos los materiales que utilizaras,
como diapositivas, videos, audios, etc. Igualmente revisa las herramientas que
usaras en tu discurso, como micrófonos, data show, computadoras, efectos de
video, de audio, iluminación, etc.
Toma el ejemplo de los equipos de futbol, que salen al campo de juego unos 20 minutos antes del inicio del partido, para reconocer y familiarizarse con la cancha.
4.- Conoce tu material
Para un discurso formal improvisar no es una buena idea.
Para adquirir confianza en ti mismo y tener un dialogo fluido, debes preparar y conocer todas las comas de tu discurso y además debes dominar todo el material con el que trabajaras.
Haga su investigación, conozca su tema, practique su discurso la mayor cantidad posible de veces y ensaya tu discurso con las diapositivas o herramientas que preparó.
Mientras más sepa y haya practicado, más seguro te encontraras.
5.- Práctica, práctica, práctica
Una vez que hayas terminado de diseñar el discurso, y te encuentres
satisfecho con el contenido, agarra un espejo y practica tu discurso frente a
él. Practica en frente a tu mascota.
Agarra a un amigo o algún familiar, y recítale todo un discurso, luego pide opiniones y sugerencias, mantén la mente abierta y la voluntad encendida para realizar cambios a tu discurso, si la situación así lo amerita.
6.- Imagínate como un orador profesional y exitoso
La negatividad no te llevará a ninguna parte, pero un pensamiento optimista
y positivo puede hacer maravillas con tu confianza y espíritu.
Mediante un estudio se revelo que decirle a un niño constantemente que es un tonto, hace que él niño acepte la situación y se comporte como tal.
En contraste, si nosotros nos vemos en todo momento como unos expertos y exitosos oradores, también aceptaremos esta situación y nos comportaremos como tales.
7.- Conoce a tu público
¿A quién le estás hablando?
Si son colegas, es probable que quieran aprender algo de ti.
Si son amigos, es probable que tu discurso deba ser entretenido.
Si se trata de un juez, bueno, él o ella quiere ser convencido.
Sepa quién es tu audiencia, adapta tu discurso y la forma de entrega de
acuerdo a las características de tu público.
¡Diga lo que la audiencia desea escuchar!
8.- Relájate
Nosotros somos por lo general nuestros peores críticos.
Si se te olvida leer una frase de tus notas, es dudoso que alguien lo sepa.
Si te saltas a la siguiente imagen en el proyector por error, nadie te
abucheara por eso.
No te preocupes más de lo debido, si fallas o fracasas en tu discurso, no
es el fin del mundo, hasta los más expertos oradores tienen una mala noche.
En el error se encuentra el aprendizaje, todos debemos perfeccionar
nuestras herramientas de oradores.
9.- Nunca digas que te encuentras nervioso(a)
Es muy probable que tú seas el único en la habitación que sabe que te encuentras temblando por el nerviosismo, entonces, ¿Por qué mostrar las grietas de tu armadura?
Si la gente percibe tu nerviosismo, le será más difícil de entender la idea
que deseas transmitir, el público se encontrará más atento a una posible falla tuya
que a tu discurso.
Si realmente, te hace sentir mejor decir que “te disculpen si existe un
error, que todo es culpa de los nervios”, entonces adelante.
10.- Disminuye tu velocidad
Uno de los mayores indicadores de nerviosismo es la persona que habla a la
velocidad del rayo.
Es posible que tengas el mejor discurso jamás escrito, pero si nadie puede entender lo que estás diciendo, no importará de nada.
Tómate tu tiempo y recuerda hablar a un ritmo normal (o incluso un poco más lento) cuando hables en público.
11.- Contacto visual
La gente confía a los oradores que buscan los ojos de su público.
No mires al suelo, que no hay nada ahí abajo.
No mires solamente tus notas, el público pensará que no te encuentras
preparado.
Tú parecerás más seguro, si te encuentras mirando a los ojos de tu
audiencia, reflejará la impresión de que tú dominas la habitación y la charla.
12.- Sea divertido
¿A quién no le gusta reírse un poco? No tienes que ser un comediante, gánatelos
con una sonrisa y un comentario inteligente oportuno.
Algunos comentarios alegres te pueden ayudar a entretener a tu público,
relajar el ambiente y quitarte algo de presión de encima. Pero ten en cuenta,
demasiadas bromas pueden debilitar la validez y formalidad de una presentación.
13.- No te alargues demasiado
Todos hemos sido torturados por un orador que sigue y sigue, que le importa
poco los intereses de la audiencia o el nivel de confort de la misma.
Recuerda que tú te encuentras transmitiendo una idea, un objetivo, una
promesa, toda tu audiencia debe entender y emocionarse con el mensaje que está
transmitiendo.
Si aburres al público, no existirá interés en ti, ni en tu mensaje. Al
final los aplausos se deberán porque terminaste de hablar y no por la idea que
intentaste transmitir.
No seas uno de esos oradores, siempre deje con ganas de más a la audiencia.
14.- Se tú mismo
Todos somos diferentes, tenemos características únicas, partiendo desde
nuestro tono de voz, nuestra personalidad, temperamento, sentido del humor,
vocabulario, dramatización, etc. En el momento del discurso, debemos
respetarnos tal como somos, no tratemos de aparentar ser otra persona.
Si somos serios y queremos ser comediantes en el momento de la disertación lanzando una que otra broma, será un discurso para el olvido, al no saber contar bromas quedaremos como unos verdaderos tontos.
Si empiezas a pronunciar frases o palabras que no utilizas regularmente, o que simplemente no conoces el significado de esa palabra o expresión, en lugar de aparentar intelectual, te compraras un momento bochornoso, porque en la audiencia se encontrara alguien que si conoce muy bien dicha palabra o frase.
¡Conócete, no intentes ser otra persona!
15.- Siempre lleva tus tarjetas de presentación
Es importante al momento que otra persona de la
audiencia, ya sea un admirador, un colega, o un prospecto para hacer un
negocio, tengas en tu bolsillo tu tarjeta de presentación para intercambiar la
misma con la otra persona. Es de mal gusto no intercambiar la tarjeta cuando
alguien te la otorga.
J. Aquino
Octubre 2015,
Santo Domingo, República Dominicana
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