viernes, 2 de marzo de 2012

Inteligencia Emocional en el Trabajo


Si observamos a nuestro alrededor, vemos como las personas que obtienen el mayor éxito en las organizaciones, no son siempre las que tienen más capacidades, y ni siquiera las que tienen más méritos y eficacia real. Todo eso son parámetros importantes, pero no suficientes: el verdadero éxito requiere algo más: habilidad para tratar de forma conveniente a las personas convenientes: inteligencia emocional (a partir de ahora I.E).

Todos sabemos que la inteligencia emocional es la capacidad de percatarse de los propios Sentimientos, así como de los de los demás, y gestionarlos de forma beneficiosa. Quien posee I.E. reconoce sus sentimientos y esto le permite expresarlos de forma adecuada: Es difícil perder los nervios cuando uno comprende sus propios sentimientos. Por otro lado, el comprender los sentimientos de quienes nos rodean, nos permite tenerles en cuenta como personas, y reconocerles. Esta capacidad es clave para lograr que nuestros colaboradores, compañeros y superiores se sientan satisfechos o pre - dispuestos a esforzarse.
Inteligencia Emocional (I.E.)

Como veremos, esta capacidad de sintonizar y manejar adecuadamente los sentimientos resulta de una forma de pensar, y es por tanto algo que se puede aprender y cultivar.

Obviamente, igual que si queremos afeitarnos requerimos un espejo, si deseamos mejorar nuestra inteligencia emocional debemos empezar por ver como "somos"; lo que hacemos al tratar con nuestros subordinados, colegas y superiores. Para ello, es preciso hacer él esfuerzo personal de enfrentarse a uno mismo. Se trata de observarse en el "espejo implacable" que son los demás.

Igual que para aprender a nadar es indispensable lanzarse al agua, también en el terreno afectivo, por muy interesantes que sean las teorías, solamente logra cambios efectivos en su carrera quién se implica en la práctica.

Ante cualquier conducta indeseada nos cuestionamos: ¿En qué estoy fallando?
Todos hacemos cosas mal alguna vez: no existen las personas perfectas.
 
Pero las hay que intentan mejorar. Estas son los que en vez de evadirse, enfadarse o angustiarse, piensan racionalmente para solucionar los conflictos en sus relaciones.

Para la comprensión de lo anterior se debe tener presente que los elementos de una emoción son tres:

1)  Una situación, que genera sentimientos, ideas o recuerdos.
2)  El estado de ánimo consiguiente.
3)  La conmoción orgánica expresada en gestos, actitudes, risa...



J. Aquino
Marzo 2012,
Santo Domingo, Rep. Dominicana